El Aeropuerto Internacional Rafik Hariri de Beirut es el único aeropuerto de pasajeros y carga en Líbano. Como resultado, siempre está lleno de personas ansiosas por visitar este país del Medio Oriente.
Miles de personas pasan por las terminales del aeropuerto a diario, y una gran cantidad de carga y diversos equipajes se transportan a todos los rincones del mundo. Con un tráfico tan alto de pasajeros y carga, la seguridad es de suma importancia.
Por esta razón, numerosos oficiales de policía monitorean la seguridad y el orden. Sin embargo, también existen otros oficiales de la ley, menos notorios y menos conocidos: los perros de búsqueda que han recibido entrenamiento especializado. Estos perros ayudan a detectar paquetes o equipajes sospechosos que contienen artículos prohibidos, como narcóticos, explosivos o incluso grandes sumas de dinero.
Estos perros están entrenados para captar olores específicos y «informar» a sus manejadores sin ladrar ni causar disturbios. Cuando detectan algo, dirigen su nariz y su mirada al objeto sospechoso, permaneciendo quietos. El manejador, observando el comportamiento del perro, nota el cambio y organiza una revisión del equipaje encontrado. Es un sistema simple pero probado con el tiempo que funciona casi a la perfección.
Un Hallazgo Extraño
Cuando uno de estos perros caminaba por el edificio del aeropuerto, nadie prestó atención, entendiendo que el perro estaba de servicio. Aunque muchas personas habrían querido acariciar y abrazar al amigable animal, esto estaba estrictamente prohibido para evitar distraer tanto al perro como a la policía. Los transeúntes solo podían sonreír al manejador que acompañaba al perro.
De repente, en la terminal de carga, el perro fijó su nariz en una de las cajas que pasaba por la terminal. La etiqueta mostraba que el destino era Kazajistán. El paquete había llegado unos días antes y esperaba su siguiente tramo del viaje.
El perro se congeló, concentrándose en silencio en la caja. El oficial no tuvo dudas: claramente había algo ilegal dentro.
Los perros de búsqueda rara vez se equivocan, y según la experiencia del oficial, el perro nunca había señalado erróneamente a un pasajero o carga.
El manejador dio la orden, permitiendo que el perro se acercara a la caja. Pero el perro inesperadamente saltó sobre la caja, que era bastante grande.
Parecía como otras cajas y paquetes que llegaban al aeropuerto, por lo que visualmente no levantó ninguna sospecha. La única diferencia que el oficial notó al inspeccionarla más de cerca fueron varios agujeros pequeños alrededor del perímetro.
El perro no pudo contener su emoción, estaba inquieto y gimoteaba un poco mientras miraba a su manejador. Quedó claro que dentro de la caja había algo que captó la atención del perro más que sustancias prohibidas o grandes sumas de dinero. El manejador comenzó a pensar en sus próximos pasos y a prepararse para la inspección.
¿Qué Había Dentro?
Otro personal del aeropuerto se había reunido alrededor de la caja. La levantaron cuidadosamente del suelo y la movieron con delicadeza hasta la mesa de examen. Todos entendieron que el contenido podría incluir explosivos, por lo que procedieron con extrema precaución. Cualquier movimiento descuidado podría llevar a consecuencias trágicas.