Las puertas de la prisión se abrieron y me encontré detrás de los muros de una de las cárceles más tristemente conocidas del país

Dentro, todos temblaban ante la figura “autoritativa” local, conocida por su crueldad y su obsesión por convertir la vida de los recién llegados en una verdadera pesadilla.

Cada acción —desde la simple comida hasta el cambio de ropa— se convertía en motivo de burlas.

Pero lo más terrible era que incluso los guardias parecían obedecer sus órdenes. Quienes se atrevían a contradecirlo se enfrentaban no solo a su ira, sino también a la fuerza de sus “asistentes” armados con porras.

Pasaron algunos días, y cada nuevo día solo reforzaba mi disfraz. Me sometía, guardaba silencio, soportaba burlas y humillaciones.

Me veían como un simple novato, débil e indefenso. Nadie podía imaginar que detrás de esa apariencia se escondía una realidad completamente diferente.

En realidad, era un policía encubierto, enviado allí con una misión especial.

Me habían introducido bajo la apariencia de un preso para descubrir desde dentro qué estaba ocurriendo realmente tras esos muros, quién tenía el poder y cómo lo abusaba.

Cada observación, cada anotación, cada palabra —todo formaba parte de una misión destinada a cambiar la vida de muchos más allá de esos muros.

Y mientras ellos pensaban que jugaban con un novato débil, yo recopilaba pruebas, analizaba las estructuras de poder y me preparaba para el momento en que la verdad saliera a la luz.

Nadie jamás sabría que entre ellos estaba alguien capaz de darle la vuelta al juego por completo…